Solemnidad de Santa María Madre de Dios
“Y el ángel le dijo: No temas, María, porque has hallado gracia delante de Dios: concebirás en tu seno y darás a luz un hijo, y le pondrás por nombre Jesús.”
Lucas 1,30-31.
“¿De dónde a mí este bien, que venga la madre de mi Señor a visitarme?”
Lucas 1,43.
“Pero al llegar la plenitud de los tiempos, Dios envió a su Hijo, nacido de mujer”
Gálatas 4,4.
Son pasajes del nuevo testamento que hacen referencia a la Maternidad Divina de la Virgen María, solemnidad que la Iglesia celebra el 1 de enero. Esta maravillosa verdad fue siempre creída y celebrada por la iglesia, desde sus inicios. Sin embargo, hubo un tiempo, durante el siglo V, en que esta verdad fue puesta en duda.
El concilio de Éfeso, celebrado en el año 431 puso fin a toda sombra de duda, elevando la Maternidad Divina de la Virgen María a la categoría de Dogma; más aún, éste es el primero de los dogmas marianos.
Lo planteamos como un sencillo razonamiento:
* Jesús es Dios (es una persona divina) y tiene dos naturalezas: humana y divina.
* María es madre de Jesús, por tanto, María es madre de Dios.
Adicionalmente a lo anterior, todos los atributos con los que nuestra Madre fue adornada (su inmaculada concepción, la plenitud de la gracia en ella, su virginidad perpetua), fueron orientados para hacer posible que ella sea la Madre de Dios.
Es una verdad que la repetimos todos los días, muchas veces a lo largo del día, en el rezo del Ave María en el Santo Rosario: “Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros…”
Comencemos el año 2024 de la mejor manera posible, homenajeando a la que es Madre de Dios, y que también es madre Nuestra, asistiendo devotamente a la Santa Misa.
