“Habrá señales en el sol, en la luna y en las estrellas; y en la tierra, angustia de las gentes, perplejas por el estruendo del mar y de las olas, muriéndose los hombres de terror y de ansiedad por las cosas que vendrán sobre el mundo; porque las fuerzas de los cielos serán sacudidas. Y entonces verán venir al Hijo del hombre en una nube con gran poder y gloria. Cuando empiecen a suceder estas cosas, cobrad ánimo y levantad la cabeza porque se acerca vuestra liberación.
Guardaos de que no se hagan pesados vuestros corazones por el libertinaje, por la embriaguez y por las preocupaciones de la vida, y venga aquel Día de improviso sobre vosotros, como un lazo; porque vendrá sobre todos los que habitan toda la faz de la tierra. Estad en vela, pues, orando en todo tiempo para que tengáis fuerza y escapéis a todo lo que está para venir, y podáis estar en pie delante del Hijo del hombre.”
FAMILIAS PARTICIPANTES EN LA CAMPAÑA DE CRISTO REY
Pilato le dijo: "¿Conque tú eres rey?". Jesús le contestó: "Tú lo has dicho. Soy rey. Yo nací y vine al mundo para ser testigo de la verdad. Todo el que es de la verdad, escucha mi voz" Jn. 18, 37.
Queremos agradecer a las familias que participaron en la campaña por la Solemnidad de Cristo Rey, quienes de una u otra manera manifestaron su entusiasmo por darle más fuerza a la celebración de esta hermosa solemnidad, y ser ejemplo en sus respectivas urbanizaciones de amor y veneración al Rey de Reyes.
¡Gracias por compartir sus fotos, y mostrar de esta manera un poco de lo que son cada uno de ustedes!
Todos los altares tienen su mérito. Unos destacan por el colorido de las banderas, el cortinaje, las luces. En otros resaltan los arreglos florales y los adornos especiales. Algunos muestran a las familias, grandes o pequeñas, y la alegría que proyectan junto a su Cristo Rey. En ciertos altares se destaca la sobriedad y sencillez, que también tienen su encanto y belleza. En fin, realmente todos se esmeraron. ¡Enhorabuena!
No fue fácil para el jurado, pero al fin se seleccionó a dos familias que merecen especial mención, aunque tal como ofrecimos, se publicarán todas las fotos enviadas tanto al correo electrónico, como a nuestra cuenta de Facebook o al número de WhatsApp.
Y ahora, ¡A disfrutar de las fotografías de las dos familias ganadoras y de todos los altares!
“Pero en aquellos días, después de aquella tribulación, el sol se oscurecerá y la luna no dará su resplandor, y las estrellas caerán del cielo, y las potestades de los cielos se conmoverán. Entonces verán al Hijo del Hombre que viene sobre las nubes con gran poder y gloria. Y entonces enviará a los ángeles y reunirá a sus elegidos desde los cuatro vientos, desde el extremo de la tierra hasta el extremo del cielo. Aprended de la higuera esta parábola: cuando sus ramas están ya tiernas y brotan las hojas, sabéis que está cerca el verano. Así también vosotros, cuando veáis que suceden estas cosas, sabed que es inminente, que está a las puertas. En verdad os digo que no pasará esta generación sin que todo esto se cumpla. El cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras no pasarán. Pero nadie sabe de ese día y de esa hora: ni los ángeles en el cielo, ni el Hijo, sino el Padre”.
“Después de aquella tribulación, el sol se oscurecerá y la luna no dará su resplandor, y las estrellas caerán del cielo, y las potestades de los cielos se conmoverán. Entonces verán al Hijo del Hombre que viene sobre las nubes con gran poder y gloria”.
Desde bien pequeños se nos enseñan en el catecismo que este mundo en el que ahora vivimos, y que para muchos es lo único que existe, llegará a su fin. Para que no haya duda de ello el Señor nos lo dice en el evangelio de hoy. Al mismo tiempo, para que no nos coja de sorpresa, nos da una serie de señales con el fin de que podamos reconocer su próxima venida y así estar preparados.
En su enseñanza les decía: Guardaos de los escribas, que gustan de pasearse con rozagantes túnicas, de ser saludados en las plazas y de ocupar los primeros puestos en las sinagogas y los primeros asientos en los banquetes, mientras devoran las casas de las viudas y simulan largas oraciones. Estos tendrán un juicio muy severo. Estando sentado frente al gazofilacio, observaba cómo la multitud iba echando monedas en el tesoro, y muchos ricos echaban muchas. Llegándose una viuda pobre, echó dos leptós, que hacen un cuadrante, y llamando a los discípulos, les dijo: En verdad os digo que esta pobre viuda ha echado más que todos cuantos echan en el tesoro;" pues todos echan de lo que les sobra; pero ésta, de su miseria, ha echado todo cuanto tenía, todo su sustento."
“Guardaos de los escribas, que gustan de pasearse…, estos tendrán un juicio muy severo”
En el evangelio de hoy el Señor nos avisa primero de todo para que tengamos cuidado de aquellos que llevan una vida hipócrita; aparentan ser piadosos y devotos de Dios, pero en su corazón son algo muy distinto, pues se valen de su condición para sacar provecho a las personas.
“Estando sentado frente al gazofilacio, observaba cómo la multitud iba echando monedas en el tesoro”
Es curioso pero al Señor le gustaba observar el comportamiento de las gentes para luego analizarlo y sacar una enseñanza.
“…la multitud iba echando monedas en el tesoro, y muchos ricos echaban muchas”
"Acercóse uno de los escribas que les había oído y, viendo que les había respondido muy bien, le preguntó: «¿Cuál es el primero de todos los mandamientos?»Jesús le contestó: «El primero es: Escucha, Israel: El Señor, nuestro Dios, es el único Señor, y amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma, con toda tu mente y con todas tus fuerzas. El segundo es: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. No existe otro mandamiento mayor que éstos.» Le dijo el escriba: «Muy bien, Maestro; tienes razón al decir que El es único y que no hay otro fuera de El, y amarle con todo el corazón, con toda la inteligencia y con todas las fuerzas, y amar al prójimo como a si mismo vale más que todos los holocaustos y sacrificios.» Y Jesús, viendo que le había contestado con sensatez, le dijo: «No estás lejos del Reino de Dios.» Y nadie más se atrevía ya a hacerle preguntas".
Un escriba se acercó a Jesús para preguntarle cuál era el mandamiento más importante que un creyente tenía que cumplir. Jesús le respondió que lo más importante que tenía que hacer una persona sobre la tierra era amar a Dios con todo su ser y a resultas de su amor a Dios,tenía que amar al prójimo como a sí mismo.
Todos los mandamientos están incluidos en el primero; de tal modo que si faltamos a cualquiera de los mandamientos también estamos faltando al primero, pues hemos puesto otras cosas antes que a Dios.